Con la llegada del verano y las vacaciones, muchas viviendas quedan deshabitadas durante días o incluso semanas, lo que representa una oportunidad ideal para los amigos de lo ajeno. Hay que incidir en que gran parte de los robos podrían evitarse con una inversión adecuada en sistemas de seguridad. En este artículo os presentamos los principales métodos para proteger puertas, cerraduras y ventanas, y así evitar sorpresas desagradables al volver de tu descanso.
1. Puertas de seguridad: más que una barrera física
La puerta de entrada es el primer punto vulnerable en la mayoría de los hogares. No basta con tener una puerta robusta si los elementos que la acompañan no están a la altura.
a) Puertas blindadas vs. acorazadas
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Puertas blindadas: Incorporan planchas metálicas en su interior, pero el marco suele ser de madera. Ofrecen una resistencia media. Son útiles para viviendas en edificios con conserje o buena vigilancia.
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Puertas acorazadas: Cuentan con estructura y marco metálico, normalmente de acero. Su resistencia es superior, especialmente si están certificadas con normas europeas como UNE-EN 1627 (clase 3 o superior).
b) Cilindros de alta seguridad
Cambiar el bombín por uno antibumping, antitaladro y antiganzúa es una medida fundamental. El bumping es una técnica silenciosa muy utilizada por los ladrones y muchos bombines antiguos no ofrecen resistencia.
Recomendación: busca cilindros con certificación SKG o DIN 18252, que garantizan mayor protección.
2. Cerraduras de refuerzo
Aparte del bombín principal, añadir cerraduras adicionales puede ser una excelente estrategia. Existen varios tipos:
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Cerraduras de sobreponer: Visibles desde el interior, se instalan en la superficie de la puerta. Son fáciles de instalar y muy disuasorias.
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Cerraduras multipunto: Distribuyen varios puntos de cierre (superior, central e inferior), dificultando el apalancamiento.
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Escudos protectores: Protegen el bombín de ataques físicos. Un buen escudo puede ser casi tan importante como el propio cilindro.
También hay cerraduras electrónicas y motorizadas que permiten controlar el acceso desde el móvil o mediante códigos, muy útiles para quienes viajan frecuentemente.
3. Seguridad en ventanas: el flanco olvidado
Muchas intrusiones se producen por ventanas mal aseguradas, especialmente en plantas bajas o primeras alturas.
a) Rejas y barrotes
Son una opción tradicional pero efectiva. Si se colocan correctamente y se fijan al muro, ofrecen una resistencia física que disuade a la mayoría de intrusos.
b) Persianas de seguridad
Las persianas autoblocantes están diseñadas para trabarse si se intenta forzarlas desde fuera. Se recomiendan especialmente para ventanas traseras o zonas de poco tránsito.
c) Cristales laminados o de seguridad
Sustituir los vidrios tradicionales por laminados (con doble o triple capa) evita que se rompan fácilmente. Algunos modelos incluso soportan impactos fuertes sin ceder.
d) Cierres para ventanas y balconeras
Existen cierres antipalanca, bloqueadores de pestillo y herrajes de seguridad que impiden la apertura desde el exterior, incluso si se rompe el cristal.
4. Domótica y sistemas de alarma
La tecnología actual permite complementar la seguridad física con sistemas electrónicos:
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Alarmas conectadas: Empresas de seguridad ofrecen alarmas conectadas a centrales receptoras que avisan a la policía en caso de intrusión.
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Sensores de apertura y movimiento: Se colocan en puertas y ventanas, activando la alarma si detectan una apertura no autorizada.
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Simulación de presencia: Mediante luces programadas, persianas automatizadas o altavoces, puedes hacer que parezca que hay alguien en casa.
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Videovigilancia remota: Cámaras IP accesibles desde tu smartphone permiten vigilar tu vivienda desde cualquier parte del mundo.
5. Consejos Prácticos para antes de irte
Además de instalar buenos sistemas de seguridad, ten en cuenta estas recomendaciones:
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No publiques en redes sociales que te vas de vacaciones. Es un aviso indirecto a posibles ladrones.
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Pide a un vecino o familiar que revise tu casa, recoja el correo y simule actividad.
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Evita dejar señales visibles de ausencia, como persianas bajadas durante semanas.
Proteger tu hogar no es un gasto, sino una inversión en tranquilidad. No importa si vives en un piso pequeño o una casa aislada: lo importante es analizar los puntos vulnerables y reforzarlos con sistemas adecuados. En Lamiplast podemos ayudarte a evaluar tus necesidades y proponerte soluciones eficaces. Antes de hacer las maletas, asegúrate de que dejas tu casa segura. Porque descansar sin preocupaciones también es parte de las vacaciones.